Proeza de querer, afronto el riesgo
deshago el sufrimiento día a día
en turbar los rencores nunca sesgo
desmintiendo la cruel monotonía.
Necedad de arribar a lo que duele,
porfía del coraje, “sentimiento”;
que la niebla del pensar hoy no vele
el encanto de ser sin un lamento.
Beber del manantial que son tus ojos,
por no tener a bien con los despojos
me calma solamente tu armonía.
Peremne pulcritud, retazos ciertos,
intento no dormir a estar despierto
porque puedo soñar alargo el día.
M.